5 ejercicios para prevenir la osteocondrosis

¡Cuánto tiempo pasamos sentados en el transporte o sentados a la mesa! Por eso pagamos el precio de esto con diversas enfermedades, la primera de las cuales es la osteocondrosis cervical. Entonces, ¿qué debemos hacer con él?

Osteocondrosis cervical masculina

Es diferente para todos

La osteocondrosis cervical no es un "ataque" repentino de gripe: las lesiones en las vértebras se desarrollan, "maduran" y se intensifican lentamente. Y muchas veces no prestamos atención a las señales iniciales porque no sabemos nada sobre ellas. Los expertos dicen que si de repente te sientes incómodo durmiendo sobre una almohada alta, o si tus manos comienzan a sentirse entumecidas o frías sin razón aparente, es hora de consultar a tu médico.

Como todos somos diferentes, cada uno tiene su propia presentación "específica" de la enfermedad. Pero si "el proceso ha comenzado", lo más común es que los siguientes síntomas "indican" que el problema ha comenzado:

  • Dolores de cabeza paroxísticos y dolorosos que generalmente comienzan en la parte posterior de la cabeza y se extienden hasta la parte superior de la cabeza y las sienes;
  • Dolor en hombro, antebrazo, mano;
  • Entumecimiento, ardor u hormigueo en los brazos o piernas;
  • Mareos o incluso desmayos al girar la cabeza de repente;
  • tinnitus;
  • A veces, la sensibilidad se produce sobre el corazón y se irradia a los omóplatos y los antebrazos. La osteocondrosis se diferencia de la angina en que puede persistir o incluso empeorar durante varios días.

¡No pises el mismo rastrillo!

Debemos aprender a vivir con cualquier enfermedad crónica, y la osteocondrosis cervical no es una excepción: los períodos de relativa calma dan paso a exacerbaciones que a menudo provocamos nosotros mismos. Así que aprendamos a “mantenernos firmes”, evitando situaciones que puedan desencadenar otro ataque.

¿Cuáles específicamente? No se acueste en la cama leyendo o viendo televisión para evitar sobrecargar la columna cervical. Tenga cuidado con las tareas que requieren levantar la cabeza durante mucho tiempo o, por el contrario, inclinarla hacia abajo: por ejemplo, pegar papel tapiz o quitar las malas hierbas con sus flores favoritas no es para usted.

Cuando esté sentado frente a la computadora, tome descansos cada media hora para que su cuello tenga la oportunidad de descansar. No gire completamente la cabeza mientras conduce. En general, evite los movimientos bruscos e impulsivos de la cabeza y el cuello siempre que sea posible.

Los cinco fantásticos

No importa qué tratamientos efectivos le prometan, es imposible deshacerse de la osteocondrosis cervical para siempre. Pero es muy posible minimizar las "visitas" de invitados desagradables.

Para prevenir ataques y exacerbaciones, realice ejercicios especiales dos veces al día. Esto llevará muy poco tiempo. Aquí hay cinco ejercicios simples que se pueden realizar sentado en una silla con la espalda recta.

  1. Incline la cabeza ligeramente hacia adelante y coloque las palmas de las manos sobre la frente. Pon tu cabeza entre tus manos. Mantén esta posición durante 10 segundos. Repite la misma operación presionando con los dedos las sienes. Ahora - a la nuca.
  2. Siéntate en una silla, coloca los brazos sobre el cuerpo, echa la cabeza hacia atrás y gira lentamente hacia la izquierda. Mantén esta posición durante 30 segundos. Gira la cabeza hacia la derecha y repite el ejercicio.
  3. Levanta los hombros e intenta llegar a tus oídos. Mantenga esta posición durante 10 segundos. Baje los hombros, respire profundamente y relájese durante 10 a 15 segundos. Repite el mismo movimiento, levantando un hombro y bajando el otro.
  4. Baja la cabeza e intenta presionar la barbilla hacia el pecho. Repita 5 veces.
  5. Incline suavemente la cabeza hacia atrás, adelante, izquierda y derecha. Repite esta acción tres veces en cada dirección.

Acariciémoslo y mantengámoslo caliente, ¿vale?

El automasaje también ayuda a activar los músculos del cuello, mejorando su irrigación sanguínea y sus procesos metabólicos. No es nada difícil, no lleva más de cinco minutos y lo principal es masajearlo todos los días. Entonces, ¿empezamos?

Tome una posición cómoda en la silla y relájese. Coloca los cuatro dedos de tu palma en la nuca y acarícialo de arriba a abajo. Repita 3-4 veces.

Haz lo mismo pero con más presión, masajeando la nuca solo con los pulgares.

Usando un movimiento circular y giratorio (nuevamente, usando solo cuatro dedos en cada palma), frote su cuello a lo largo de los lados del hueso occipital, desplazándose hacia abajo en una línea paralela a su columna.

Estire los músculos del cuello: primero, en el lado derecho, con la mano izquierda, agarre el músculo con el pulgar y otras cuatro manos, pellizcalo suavemente y luego muévalo hacia la palma con el pulgar. Repite la misma acción en el lado izquierdo de tu cuello con tu mano derecha.

Finalmente, acaricia suavemente el cuello de arriba a abajo para completar el masaje.

No confíes sólo en ti mismo

Los métodos de prevención son excelentes, pero con la osteocondrosis, debe prestar atención al médico. Especialmente si tienes cuarenta y tantos años. El tiempo no sólo cambia nuestra apariencia, sino que también cambia nuestro corazón: los cambios patológicos en la columna cervical se están acelerando y la primera tarea aquí es "controlar" su estado.

Las arterias que suministran sangre al cerebro pasan a través de la columna cervical. Las alteraciones en el suministro de sangre causadas por la compresión de los vasos sanguíneos pueden provocar complicaciones desagradables. El más común implica cambios en el hipotálamo, un departamento especializado "responsable" de los estados emocionales, el metabolismo, la presión arterial, la actividad del sistema cardiovascular y más.

Esto puede provocar insomnio, irritabilidad, pérdida de memoria, migrañas intensas y aumento del estrés.

Si quieres ayudarte a ti mismo, hazte la prueba. Las radiografías de la columna cervical le permiten controlar los cambios adversos; para confirmar el diagnóstico se realizan imágenes por resonancia magnética, Doppler cerebrovascular y otras pruebas.